El fotógrafo taranconero Jesús Cañas del Pozo, presidente de la asociación fotográfica AFOCU, y el fotógrafo conquense Diego Castillejo nos invitan a pasear por la emblemática arteria de la ciudad de Cuenca a través de sus fotografías en blanco y negro.

El proyecto La Carretería vio la luz en forma de libro en el 2019 tras varios años de trabajo cámara al hombro por parte de los dos autores. El libro fue publicado por la Concejalía de Cultura del Ayto. de Cuenca dentro del programa “Barrios de Cuenca” y venía acompañado de los textos del cronista oficial de la ciudad de Cuenca, Miguel Romero, y de los poemas de Jesús del Peso Beltrán.

Tras el parón obligado por la pandemia, una selección de las imágenes que integraban la mencionada publicación se podrán ver expuestas por primera vez en Tarancón.

La muestra compuesta por una treintena de fotografías de la céntrica calle de la capital conquense se podrá visitar desde este viernes, 14 de octubre y hasta el jueves, 3 de noviembre en el Auditorio Municipal de Tarancón.

“Talayuelas. Memoria fotográfica” es el resultado de años de trabajo e investigación dedicados a la recuperación de la memoria colectiva de este pueblo a través de uno de los procesos artísticos más novedosos del siglo XIX y de toda la historia: la fotografía.
A través de la recopilación de más de 2.000 ejemplares fotográficos que temporalmente abarcan un periodo desde finales del siglo XIX hasta la década de los años 70 del siglo XX se genera un hilo conductor que permite establecer en secuencia una evolución a niveles social, generacional, de moda, de aspectos urbanos y paisajísticos, tecnológicos, etnográficos y etnológicos etc. clave para la determinación y comprensión de la identidad local y estudio del desarrollo de nuestra población y sus vínculos en numerosos aspectos.
Dada la gran cantidad de ejemplares fotográficos aportados se ha procedido a una selección donde se han contemplado aspectos como la antigüedad, la calidad de la fotografía, el documento a nivel de indumentaria, a nivel de reflejo del entorno urbano o paisaje, de tradiciones, la composición de la escena, el proceso fotográfico mediante el cual se ha obtenido la imagen, etc., escogiéndose al menos tres ejemplares de cada participante.
Para su colocación se ha buscado la similitud en cuanto a formatos, épocas y procedencia, combinándose en algunos casos ejemplares de la misma línea familiar.
Los ejemplares aportados se han manipulado y gestionado en cuanto a imagen y materia con absoluto cuidado y respeto, siempre bajo una supervisión profesional que ha evitado deterioros y/o pérdidas o la devaluación de valores éticos.

Un homenaje a la memoria colectiva y un vehículo inigualable de transmisión de nuestra riqueza cultural a las generaciones futuras. Una potente herramienta para la conservación de nuestro patrimonio material e inmaterial.